Este año, el tema del Día Internacional de las Personas con Discapacidad es «Cumplir la promesa: incorporación de la discapacidad en los Objetivos de Desarrollo del Milenio».
Una de las promesas hechas por los dirigentes mundiales en la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, celebrada en septiembre, fue el compromiso de mejorar la vida de las personas con discapacidad.
Este grupo diverso incluye a personas que nos son próximas: familiares, amigos y vecinos. De hecho, las discapacidades mentales y sensoriales son muy comunes y afectan a alrededor del 10% de la población mundial.
La discapacidad presenta una correlación muy estrecha con la pobreza. Las personas con discapacidad constituyen aproximadamente el 20% de las personas que viven en la pobreza en los países en desarrollo y, en todo el mundo, sufren tasas elevadas de desempleo y suelen carecer de acceso a una educación y una atención de la salud adecuadas. En muchas sociedades sencillamente no se adoptan medidas en apoyo de este grupo, por lo que estas personas acaban viviendo aisladas y desconectadas de sus propias comunidades.
Pese a estos obstáculos, las personas con discapacidad han mostrado gran valor y capacidad de resistencia. No obstante, si bien siguen siendo alentadores los ejemplos de quienes alcanzan los niveles más altos del logro humano, ese hecho no debe ocultar las dificultades a que se enfrentan los que viven en condiciones precarias y carecen de derechos, privilegios y oportunidades que están a disposición de sus conciudadanos.
Los gobiernos deben hacer más en apoyo de las personas con discapacidad. Ello incluye la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad, así como la integración de sus necesidades en los programas nacionales relativos a los Objetivos de Desarrollo del Milenio. En el plan de acción aprobado en la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, los dirigentes mundiales reconocieron que los esfuerzos actuales eran insuficientes.
Con motivo de este Día Internacional, es preciso reconocer que la lucha contra la pobreza, las enfermedades y la discriminación no se ganará sin la existencia de leyes, políticas y programas concretos que empoderen a este grupo. Comprometámonos a mantener viva la promesa relativa a los objetivos en la comunidad de personas con discapacidad, e incluyamos a esas personas no solo como beneficiarias, sino como agentes valiosos del cambio en nuestra iniciativa quinquenal para lograr los objetivos en el plazo convenido internacionalmente de 2015.