miércoles, 24 de junio de 2009

Ensayos Ganadores del V C.E.N. "Los Derechos de la Persona con Discapacidad": COMUNICACIÓN SIN EXCLUSION

COMUNICACIÓN SIN EXCLUSIÓN

"Hoy en un hermoso día de primavera, me despierto, con el llanto de mi hermano, apenas de 4 meses de nacido, me voy a levantar a cargarlo, pero, ¿Qué pasa conmigo?, y pienso que todo es un sueño, sin embargo, no es así, estoy con parálisis por un accidente automovilístico, él no lo puede entender, sus ojos me miran, ¡Qué impotencia!... sólo sé que el destino me pone esta dura prueba, porque sabe que la voy a superar, y reflexiono: “¿Por qué arrastrarme por el resto de mi vida, si he nacido con alas para volar, y si tengo una ala rota, la puedo curar, y así podré volar tan o más alto que antes para alcanzar todos mis sueños".

En estos tiempos donde el hombre se ha convertido en una máquina, dejando de lado su humanidad, es difícil reconocer que hay personas que nos necesitan, y a las cuales hemos dejado de lado, sintiéndonos de una manera, autosuficientes, capaces de todo y discriminando a los demás por alguna discapacidad y sé que hay que hacer de una vez por todas un alto, tomar conciencia y reconocer que a cualquiera le puede suceder, hoy me tocó a mí, joven de 16 años, quinto de secundaria, meta: ser médico, ahora yo me pregunto: ¿me pueden discriminar por ser discapacitado?; si igual, siento, sufro, lucho, sueño, tengo penas y alegrías y una infinidad de proyectos que haré realidad.

Me pongo a soñar...
Ya han pasado ocho años, me falta muy poco para terminar mi carrera, y me pongo a recordar el pasado: descubriendo así que en el camino he tenido muchas trabas; ir a la universidad en silla de ruedas, cargar con mis libros y transportarme de un lado a otro, pero también aprendí que siempre hay una mano amiga, porque cuando das amor, recibes amor y ese derecho nadie nos lo puede quitar y también saber que no debemos sentirnos disminuidos por nada, ni por nadie, somos grandes y dueños de nuestra propia vida.

A veces las personas ajenas a nuestro mundo son tan indiferentes, no somos muñecos de trapo, ositos de felpa, carros a control remoto y mucho menos personas por las cuales hay que tener pena, pero también hay quienes nos apoyan y nos dan la fuerza necesaria, para seguir adelante, pero si no tienes a nadie, no te olvides que hay un ser superior allá arriba que nos ama y nos acepta tal como somos, con él hay una comunicación sin exclusión; si en la tierra nos diferenciamos de otros por nuestras discapacidades, en el cielo todos somos iguales y no descansaremos hasta hacer la realidad de un mundo sin diferencias.

Ahora puedo decir que ha valido la pena todo; mi esfuerzo, mis alegrías, mi impotencia. ¡Cumplí mi sueño!, soy un médico; estoy en mi consultorio, observo mi título de médico colgado en la pared con un marco hermoso, pero más hermoso es poder saber que los sueños se hacen realidad...
Me interrumpe mi asistente, tengo que atender a un niño de dos añitos que entra con su madre afligida...

"Lo logré, tú también lo puedes hacer"

Comunicación sin exclusión; dedicado a personas como tú...

Nosotros podemos ...
... Ver aún sin luz en los ojos.
... Escuchar, a través del corazón.
... Tocar, al sentir junto a nosotros, el aire, la lluvia, el sol,
... la brisa del mar, un beso, una caricia y un abrazo con amor.
... Caminar, aún si nuestras piernas no responden,
... Porque Dios está en nuestro camino y no nos deja desfallecer.
... Hablar, aún si nuestros labios se encuentran sellados,
Porque somos iguales a ti, nosotros somos grandes y nadie lo puede negar.


Seudónimo : EL UNICORNIO
Premio : ler. Puesto 2002 - V CEN
Nombre : Julio Francisco Quesada Becerra
Colegio : N° 7014. "Vasil Levski"


ESCÚCHALOS, TIENEN MUCHO QUE DECIR

Para escuchar, primero hay que callar, callar implica guardar silencio, escuchar implica mirar a los ojos, implica prestar atención. Cuando logres acallar, cuando dejes de mirarte, incluso de quejarte, cuando puedas abandonarte por completo, escucharás, verás y sentirás a quien siempre fue parte de tu mundo, de tu sociedad, y lo que incluso puede ser parte de ti mismo: PERSONA CON DISCAPACIDAD.

No son voces efímeras, el mensaje no es intrascendente, la lucha no te golpea, la voz no se había impregnado en ti, el grito no empapó tu ser, no lo ungió con el don de la solidaridad. No es una, no son dos, ni tres las voces que dicen algo que aún no disciernes, que piden no morir en la puerta nunca abierta, en la carta no leída, en la mano no extendida e incluso en el penúltimo peldaño, son muchas más las voces que tratan y desean ser escuchadas, lo gritan, lo encarnizan y hacen muchos esfuerzos más, son como un torrente que hace fuerza, que lucha porque el paso no sea obstruido, que anhela libertad, ese caudal de hermandad, sí, esas voces oídas como susurro en tiempos de sueño apacible, sí, ese susurro que hoy molesta a tu oído, es conformado por el 31% de tu patria, de esos rostros, de esa pluralidad humana en la costa, sierra y selva de lo que a grandes rasgos es tu territorio, tu hogar, tu patria...

Bendiciones en tu vida son muchas, si reclamas tus derechos, si los luchas, los has de conquistar, pero la lucha de las personas con discapacidad es triple, esas personas a las que tú temes por falta de seguridad, por indiferencia, esas personas a las que llamas menos válidas. ¿Menos válidas ellas? Ahora renuncia a ti mismo y piensa en los demás.

No es pedir un micrófono, no es pedir tu atención en llanto entrecortado, en un espectáculo en el que el protagonista, en el que el alumbrado por los reflectores sea el dolor. No es mendigar derechos, no es padecer para que algo en tus herméticos cimientos de hombre, en tus corazas exteriores se mueva y sienta compasión, ¡NO ES ESO SEÑORES!

Es una búsqueda, un reclamo, un jalón de orejas, una lucha sin tregua, un ir y venir, una lágrima con sabor a coraje, una espada desenvainada que pone a reto al enemigo, al monstruo y al gigante que son tu indiferencia; es un a marcha forzada, un torrente que hace bulla, se mueve, anuncia su llegada y promete arrasar con todo lo que impida su paso, es un canto al unísono que te habla de una batalla que nunca se pensó luchar, de una guerra no buscada, de muchos seres humanos que de esa guerra se hicieron soldados sin desear.

No pienses siquiera en pasar de largo, no trates de esconderlo, de pisarlo, no intentes hacerte el sordo, sabes tanto; lo que buscan, sabes que la causa es justa, también sabes que existe la justicia divina, y se dice, aunque no es aplicado ahora, que todos merecemos y tenemos los mismos derechos, sabes eso y más.

Aprende a cerrar los ojos y por primera vez vislumbrarás la luz que opaca a tantas otras: la búsqueda de valoración y respeto.­

Aprende a callar y sólo entonces tu poesía se convertirá en canto apacible de tributo a la verdad, y sólo entonces escucharás el pedido de tu hermano, de tu igual.

También aprende a palpar su situación para que sientas la sed de leyes, saborea su angustia, huele su tristeza, persigue su búsqueda y esmérate por el hallazgo, clávate la espina que ellos llevaron, séllala en tu cuerpo y dime si no es difícil soportarla día tras día, dime si no es difícil verla morir en las noches de polvo de oro y veda nacer en las mañanas de perfume y obsesión.

Es más hermoso obrar por amor que por obligación, si se tiene que obligar a los medios de comunicación del estado a dar cabida a personas con discapacidad e incluso a tratar temas relacionados con la discapacidad, se les obligará, les enseñaremos a fomentar su valoración y respeto, al gobierno enseñaremos a tomar la iniciativa con respecto a la promulgación de leyes que respalden y busquen integrar a la persona con discapacidad, es una obligación moral y legal, y a ti que hasta hoy eras ciego, sordo y mudo del corazón, te enseñaremos a valorar, a respetar, a acoger e integrar a todos por igual.

Recuerda que nadie los callará, que nuestra sinergia no es vana, que las personas con discapacidad son mas de 600 millones en el mundo y conforman el 31% de la población peruana; recuerda que buscamos, llamamos y esperamos hallar, ser escuchados; discapacitados y no discapacitados pero sí conscientes de la lucha, de la búsqueda, te decimos: No nos excluyas, ¡TAMBIÉN EXISTIMOS!

Seudónimo : ROSA DEL DESIERTO
Premio : 2do. Puesto 2002 - V CEN
Nombre : Johana Montalván Castilla
Colegio : "Nuestra Señora de Lourdes".


APRENDIENDO A ESCUCHAR

¿Cuántas veces al encontramos por la calle con alguien, ciego o en silla de ruedas, oímos decir “...míralo, pobrecito!”? Y cuántas veces, cuando insultamos a alguien con defectos físicos, le decimos "calla cojo..."!! Y cuántas hemos visto en la tele que cuando entrevistan a alguna víctima de atropello, de inmediato ponen una música triste y melancólica?

Cientos de veces!!

Y saben por qué? Porque no somos capaces de ver a esas personas como iguales. Para nosotros ellos son siempre los otros, el resto, nunca nosotros.

Pero, de veras es así?

Hace poco Alejandro Guerrero decía que los terroristas no solo habían derribado las torres gemelas sino también el orgullo y la creencia de los norteamericanos de que algo así nunca les sucedería dentro de los Estados Unidos.

Cuando creemos que todo está bien, cuando creemos que lo malo se acaba, cuando apagamos la tele, pero el destino nos dice que nadie está libre.

Un sábado de mercado, mi madrina, con la que vivo desde que nací, se cayó; y sin darnos cuenta de un momento a otro se convirtió en ese tipo de personas que para casi todos parecen no existir.

De arrastrar un pie, pasó a usar un bastón y después un andador. Finalmente, después de meses de ir de su cama al sillón y de éste, al baño, estrenó con una sonrisa la silla de ruedas marrón que una prima le regaló.

Quién nos hubiera dicho que mi madrina, que trajo al mundo y crió a cuatro hijos, iba a convertirse en alguien a quien la gente se le corre en la calle.

Creímos que la "Esclerosis múltiple" había acabado con su risa cantarina, pero mi madrina jamás ha perdido su sentido del humor; y cada día nos regala un motivo más para creer con fuerza en Dios.

Mi padrino, el hijo de mi madrina, es distinto. Él tiene una silla de ruedas que desaparece. Y es que mi padrino, siempre ha estado a mi lado compartiendo mis tareas, mis enfermedades, los desfiles escolares y solucionando mis pequeños­-grandes problemas.

Para él, soy su hija. Una hija a la que su silla no le importa y por eso desaparece.

Yo creo que ellos son más personas que muchos otros; son más religiosos, más responsables, más educados y más trabajadores.

Por qué entonces si mi padrino es profesional, el que vende periódicos lo trata como si fuera un niño?

Por qué en la calle las señoras se le quedan mirando como quien ve un marciano?

Por qué cuando él quiere dar una opinión sobre sus papás, sus hermanos lo callan diciéndole que él, qué va a saber, si nunca sale?

Por qué en la esquina de mi casa a alguien se le ocurrió hacer una rampa delante de un poste? O será que la rampa estuvo primero? O será que estamos tan avanzados que ahora hacemos rampas para bicicletas? ¡Es una locura!

Son tantas preguntas que no puedo contestar, pero lo que sí puedo decir es que ellos tienen derecho a ser escuchados sin que, el que los escuche, se crea mejor que ellos.

Total quién mejor que ellos para saber hasta dónde y cómo pueden ser ayudados. Tienen derecho a vivir en una comunidad sin veredas ni gradas, a ser respetados por lo que son, en fin, a ser escuchados con respeto, a permitirles comunicarse como cualquiera. Cuando nos refiramos a ellos debemos olvidar los adjetivos y usar en cambio los sustantivos “Padrino”, “Madrina”, “Pedro”, “Juan”. Es una buena costumbre que nos beneficiará a todos.

Una cosa sé. Que sólo tienes que comunicarte con una persona con discapacidad para darte tú también la oportunidad de empezar a ser persona!!


Seudónimo : ISÓCELES
Premio : 3er. Puesto 2002 - V CEN
Nombre : María Cárdenas Soto
Colegio : "República de Chile".

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